21/12/10

La Ley Sinde frente a la ley del cuatrero

Vengo escuchando con atención los argumentos de defensores y adversarios de la ley antidescargas que hoy debía de haberse votado en el Parlamento (la ya famosa Ley Sinde). El argumento más utilizado por los adversarios -fervorosos defensores de las libertades colectivas y, a su vez, amantes de la abolición de la propiedad (intelectual) privada- es que "el precio de una película, de un cd musical o de un libro es abusivo". añadiría yo: también lo es el del kilo de percebes, el del corte de pelo de mi peluquero y el del último modelo de automóvil de la marca Ferrari. También un cinturón DG. Y unos pantalones vaqueros de marca. Y unos buenos zapatos. Incluso el de un billete de avión o, por ponernos pesados, el del precio del terreno edificable por metro cuadrado en mi barrio. El tema, por tanto, estriba en: ¿quién regula los precios en una economía de mercado como la nuestra? ¿la oferta? ¿la demanda? ¿los agentes económicos? ¿los monopolios?¿los cuatreros de la web? He escuchado decir que a alguno de estos últimos que ellos tienen buena voluntad: que no les importaría pagar unos céntimos por descarga. Y a mí, claro, tampoco me importaría pagar un puñado de euros, cuatro o cinco, por un kilo de angulas para la cena de Nochebuena. O rebajarles el sueldo unilateralmente a todos los que vociferan a favor de la gratuidad del esfuerzo de los demás. Los amigos de lo ajeno devienen que el derecho a la descarga ilegal de cualquier contenido cultural es un derecho recogido en la Constitución española. Yo, honestamente, creo que ese derecho no está reflejado en nuestra legislación. Tampoco lo contrario. Por eso no estaría mal, de una vez por todas, regular el asunto ¿no? El colmo sería que ahora nos enterasemos que el mentor de estos internautas ofendidos fuera, también, controlador aéreo...

4 comentarios:

Miguel Veyrat dijo...

El derecho que la Constitución reconoce a todos los españoles, que son iguales ante la ley, es a la propiedad privada. Por lo tanto, ninguna excusa; cualquier autor de uno u otro producto cultural es propietario de su obra en su totalidad, que sólo (con tilde) cede a otro para su explotación comercial a cambio del pago de un porcentaje estipulado en contrato. O sea que, Pepo, puedes llamarlos ladrones con todas las letras. Sin excusas.
Copirrait, ha creado un manifiesto al que os podéis adherir: Plataforma de Creadores 'Copirrait'
Un abrazo

Selva Otero-Pizarro dijo...

Suscribo íntegramente lo dicho por tí, Pepo y, por supuesto lo de Miguel. Y eso, lisa y llanamente ladrones. ¿O es que si me invita alguien a comer a su casa tengo el derecho a llevarme sólo (también con tilde) la silla en que me senté?. Me he desgañitado en todos los foros en este sentido. ¿Quién se queja del precio de unas Nike, por ejemplo que, además, hay que tirarlas pronto? El precio suele ser mayor que el de un libro, un Cd o lo que sea. O sea, a seguir batallando sin complejos. Ya está bien de tanta hipocresía.

Miguel Veyrat dijo...

Bueno, pues ya tenemos aquí instalado el fascismo auténtico con su censura incluida. He aquí la lista de "masones de la ceja" a los que no hay que comprar sus libros, escuchar sus canciones o ver sus películas (aunque sea gratis et amore...). No tiene desperdicio:

http://eumelvi.blogspot.com/2010/12/lista-de-autores-en-contra-de-la.html

Miguel Veyrat dijo...

ITEM MAS:
Os paso esta página de damnificados por la piratería del cine, música y libros por si queréis firmar: http://nolesayudesamandarmealparo.com/ Al hacerlo, defendemos los derechos de la propiedad intelectual y los de miles y miles de personas que trabajan en la industria cultural.

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