26/8/10

Ronda de librerías: Oviedo y Gijón

Ayer por la mañana en Oviedo comprobé en mis propias carnes los extremos a los que llega la precarización laboral: andaba buscando una oficina de correos para enviar unos ejemplares que llevaba conmigo desde la semana pasada y tuve la feliz idea de preguntarle a una cartera (con el uniforme y el carrito de Correos) si podía indicarme dónde se encontraba la oficina más cercana para hacer el franqueo de los sobres. Por lo que luego pude adivinar no estábamos ni a cien metros en línea recta de ella y la pobre mujer no supo indicarme y, es más, me llevó en dirección contraria. ¿Se puede imaginar alguien dónde acabarán los sobres que reparte de buzón en buzón?
En fin, después de este encuentro en la tercera fase he visitado la librería Cervantes y tuve la oportunidad de adentrarme en las entrañas de la misma: la razón es que la propietaria andaba de vacaciones y una empleada me envió a hablar con Javier (un empleado que tenía su despacho en el sótano del edificio, una especie de puesto de recepción de mercancias). Toda una aventura.
Después visité la librería La Palma, charlé con Enrique, le expliqué las bondades de nuestras colecciones de narrativa y poesía, le entregué un par de ejemplares de las dos primeras novedades del próximo mes de septiembre y me fui del establecimiento sin haber visto un solo ejemplar de la editorial. Ni siquiera en los estantes de poesía. Pero como un editor, según el manual, debe de tener más moral que el Alcoyano, me encaminé a los dos siguientes destinos: las librerías Polledo y Ojanguren. En la primera estuve hablando con Ángeles y en la segunda con Roberto. Poco pude sacar en claro excepto una cosa: hay libreros que siguen aferrados al binomio Visor-Hiperión. Menos mal que después de este segundo encuentro en la tercera fase he podido hablar un rato en una terracita con la poeta Ana Vega (incluida en la antología La manera de recogerse el pelo. Generación blogger).
Y luego enfilé por la autovía para Gijón. Jaime Priede se encontraba en León, y David González missing, así que disponía de todo el tiempo del mundo para desenredar la madeja de las seis visitas planificadas. Empecé en la calle de la Merced por Paradiso. Chema es, probablemente, el librero más afamado de la ciudad y siempre es un placer acercarse hasta su establecimiento. Desde aquí hay un paso hasta la Central: Javier Melón distribuía hace años nuestros libros en Asturias (Terrier) y era obligado saludarle. De paso conocí a Lola, su mujer. Una hora y pico después hice lo propio con Julia, en la Casa del Libro gijonés. Muy atenta y receptiva.
Las tres últimas paradas fueron, por este orden, en La Buena Letra, con un amable librero, Rafa; la Librería de Bolsillo, con Valentín, que me comentó la posibilidad de que participemos de alguna manera en un proyecto en el que andan trabajando los libreros locales, la organización de una Feria del Libro en otoño; y Cornión, donde Isabel se lamentó de la situación del negocio. Mañana toca la primera de las etapas gallegas: A Coruña y Santiago de Compostela...

No hay comentarios:

Archivo del blog

Datos personales

Si estás interesado/a en saber más sobre nuestros libros visita la web www.bartlebyeditores.es

Visitas