27/6/07

El misterio de Sara

La respiración de la pequeña Sara se ha vuelto pausada a medida que caía, de nuevo, en el abismo del sueño. Lleva cinco días con fiebre. No muy alta pero sí lo suficiente como para que el apetito le haya desaparecido. La pequeña se está quedando en nada. Tiene los ojos enrojecidos y una querencia permanente por nuestros brazos. En cuanto desaparecen las décimas, Sara vuelve a ser el diminuto trasto que corretea de un lado a otro sin parar, investigando debajo del sofá, entre las bolsas de basura o haciendo equilibrios encima del reproductor de video. Los ojos de Sara te lo dicen todo. Aún no ha aprendido a hablar, a poner en orden lógico las palabras, pero los ojos, las manos y algún primitivo esbozo de adverbio, le valen para comunicarse. Aprobación o rechazo. Parece que su mundo se rigiera por esos dos únicos parámetros. Juega, experimenta, trasgrede límites en su avance diario. Reparte torpes caricias, besos que no son besos, carcajadas de lluvia. A Sara le gusta sentirse mirada: por la calle saluda con su mano a los desconocidos a la espera de una sonrisa como respuesta. Parecería una seductora profesional. Ahora su respiración, tranquila, la acompaña dentro de la cuna y la muestra aún más vulnerable. Hace un rato empezó a llamarme con su llanto entrecortado. He acudido y le he puesto la mano en el pecho, sobre el vestido. La fiebre no ha subido en toda la mañana, señal de su mejoría. Apenas tose ya. Ella se ha calmado de inmediato y yo, mientras la veía enredarse nuevamente en el arrecife del sueño, he sentido muy cerca la presencia invisible de mi madre igual que cuando asaltaban mi imaginación, convocados por la noche, los miedos inexplicables que azotan en la niñez. He sentido, otra vez, esa seguridad dulce y confortable. Y he creído, viendo mi mano sobre el pecho de mi hija, en el poder de convocatoria de las manos y el amor.

2 comentarios:

Ana Pérez Cañamares dijo...

Uf, qué nostalgia de la infancia de mi hija... y qué nostalgia de la seguridad de mi madre... qué nostalgia...

Mori Ponsowy dijo...

!!!

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