El viernes pasado acudí, después de dos años de ausencia, a la gala de entrega de los Premios Cálamo en el restaurante Garden de la capital maña. Los lectores de la librería que dirije Paco Goyanes votaron Aire nuestro (de Manuel Vilas, Alfaguara) como la mejor novela publicada en 2009 en España. Vilas estuvo en plan Vilas, muy de Barbastro, muy poco estelar, casi como un personaje de su novela salido del Purgatorio que deambulara por el Garden con una copa de tinto Cariñena en la mano. Me gusta Vilas. Me gusta Aire nuestro. Uno se descojona leyendo esta novela. Y, como dijo él en su discurso la otra noche en el Garden, reir es una forma de amar (o algo parecido). Pude abrazarle, también. Y darle mi enhorabuena. Vilas dice que la amistad está por encima de la literatura. Bueno, yo creo que no hay que confundir camaradería, compañerismo, hasta "hacer piña", con amistad. Viene esto acerca de ciertos desencuentros blogueros en torno a la literatura afterpost. Yo creo que la literatura, la buena literatura, anda muy por encima de las corrientes. Es como el cielo, que siempre quedará por encima de las espumas y las olas. Y no por no coincidir en los lametones a la nocilla se es mejor o peor amigo ¿no? Yo, que nunca he sido amigo de Manolo Vilas, puedo expresar mis gustos personales sin temor a quebrantar ninguna ley invisible de la misma: prefiero, de lejos, respirar ese aire nuestro que exhala la novela del de Barbastro que engullir una rebanada de pan con nocilla coruñesa.
Por lo demás, la velada estuvo en su línea aunque se notaban bastante las ausencias. La crisis, las desavenencias y ciertas decisiones empresariales parece que pesaron bastante en el ánimo de los que fueron y, también, de los que no lo hicieron. Yo creo que Zaragoza se merece mantener esta fiesta por el bien de los amantes de los libros. Por el bien de todos nosotros, lectores.
La otra ciudad: Santander
Hace 10 años
1 comentario:
En silencio, habitualmente, leo el blog. Sin comentar. Hoy sólo quería dejar la huella. Me gusta eso de que "La buena literatura, anda muy por encima de las corrientes. Es como el cielo, que siempre quedará por encima de las espumas y las olas".
Saludos Dillingerianos.
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